La estrategia de reducción de residuos es un concepto que apareció en la literatura sobre el medio ambiente y en la legislación medioambiental de algunos estados miembros de la Unión Europea desde mucho tiempo antes de lo que el público hoy es capaz de recordar.
Sin embargo, esas iniciativas regulatorias y la misma comprensión del tema del reciclaje estaban a años luz de lo que en estos momentos se le pide a los legisladores comunitarios.
Directiva de residuos
Para empezar, la Directiva Marco sobre Residuos de 2008, por increíble que parezca, no formaba parte de la legislación europea y la directiva de 1975 sorprendentemente tampoco no hacía ninguna referencia a que se estableciese un orden previo para el tratamiento de los residuos.
En las primeras propuestas legislativas de 2006 que iban encaminadas a cambiar la situación, la Comisión Europea propuso una tímida jerarquía de tres pasos pautada de la siguiente manera:
- Prevención y reciclaje.
- Reciclaje y recuperación (incluida la incineración).
- Eliminación de residuos.
Esta directiva fue muy criticada en su momento porque inexplicablemente ponía el reciclaje a la misma altura y con idéntica importancia que la incineración. Aunque hay que decir que, en aquellos tiempos, era coherente con la posición tradicional pro-incineración de la Comisión Europea ¿Escasa altura de miras? Creo que sí.
No obstante, la presión de las ONG y de los Estados miembros consiguió al final reconvertir la jerarquía de tres pasos que no era vinculante en una pauta de acciones ‘casi’ vinculantes de cinco pasos. Algo que está igualmente lejos de las exigencias actuales en materia de reciclado de la Unión Europea. Creo que se podía haber ido más rápido en estos temas.
El impulso definitivo -creo que fundamental- para convertir el reciclaje en un criterio asociado al desarrollo económico en Europa llegó con la aceptación de la llamada Ley de las 3 R.
Ley de las 3 R
La ley de las Tres Erres o 3R fue una propuesta que popularizó en su momento la organización ecologista Greenpeace y que defiende la reducción, la reutilización y el reciclaje de los productos que se consumen. Esta estrategia sigue un orden claro de prioridades:
- Reducir siempre que sea posible.
- Reutilizar como segunda opción.
- Reciclar como última.
Así es, a grandes rasgos, cómo han digerido los políticos y los legisladores europeos el reciclaje en el último medio siglo.
Puedes ver cuales son las previsiones de la Unión Europea para el desarrollo de la política de reciclado común en este enlace.
