El reciclaje es una actividad que puede entusiasmar a toda la familia. Cuando enseñas a tus hijos a tomar un papel activo en la reducción de los desechos domésticos, estás contribuyendo a un futuro más verde.
Y es que los niños que adoptan el hábito de reciclar, acabarán creando adultos que reciclan activamente que serán responsables de hijos concienciados como ellos. Como una cadena.
Cuanto más comprometidos estén con el medioambiente y a una edad temprana, mejor. Alentar el trabajo en equipo, en familia, para vivir de forma más sostenible, aseguramos también que las generaciones futuras también puedan disfrutar de nuestro planeta.
¿Quién no querría éso?
Si estás buscando maneras de involucrar a tu familia, te cuento: He puesto sobre el papel algunas estrategias para acabar con los desechos en la que pueden participar todos en casa. Ideas clave para reciclar, reducir, reutilizar y reconectar con la protección de la naturaleza.
Ideas de reciclaje familiar
Puede ser tan simple como decorar los contenedores de reciclaje con la colaboración de tus hijos. También puedes crear un juego sobre el reciclaje que les enseñe qué materiales van en cada uno de los contenedores. Para éso tienes que buscarte la vida echándole imaginación y, claro, conectarlo con los intereses y habilidades de cada niño.
También puedes hacer que vean el proceso de reciclaje al revés. Sí, al revés. Viendo cómo se recoge y se procesa la basura que llega para reciclar a una planta, viendo cómo se transporta hasta ella, sabiendo cómo han de clasificar los desechos de manera correcta y cómo se compran pensando en como reciclarlos.
También hay muchos libros infantiles sobre reciclaje que son entretenidos y educativos que se recogen muchos temas ecológicos explicados para cada edad.
Estoy pensando ahora mismo en dos libros que yo mismo te recomendaría:
- ‘¿Por qué debo reciclar?’ de Jen Green.
- ‘El Lorax’ del Dr. Seuss.
En lugar de tirar un producto a la basura, intenta imaginar maneras creativas de volver a hacerlo útil. De eso se trata el reciclaje: convertir la basura en un tesoro. También es una gran oportunidad para comenzar un proyecto de manualidades en el que participe toda la familia.
Últimamente, la joyería electrónica, o la llamada ‘alta costura informática’, se ha estado de moda. La gente está convirtiendo chips de ordenadores y teclas de teclados en aretes y colgantes de collar.
Artículos como bolsas de almohadas viejas se pueden reutilizar como bolsos de mano. Muchos habrán visto títeres y otras manualidades confeccionados con tubos de cartón. Cuando se trata de reciclaje, el único límite es la imaginación.
Los objetos usados -la pesadilla de los hermanos menores- son otra excelente manera de encontrar una nueva vida para las cosas viejas. Si tu hijo no demuestra interés por ciertas prendas u objetos usados, puedes proponerles que los eliminen reciclándolos por sí mismos. Que salga de ellos.
Finalmente, un último recurso familiar en línea con el reciclaje colectivo, el compostaje en casa.
Se trata de una buena forma de reducir los desechos orgánicos. Más allá de éso, también es una oportunidad para dedicarse a la jardinería, algo que toda la familia puede disfrutar igualmente. ¡Hay pocas cosas más gratificantes que comer alimentos que usted mismo ha cultivado!
Hoy, muchos de nosotros estamos desconectados de la naturaleza. O estamos demasiado ocupados o vivimos en zonas donde el espacio verde es limitado. Es importante encontrar maneras de disfrutar del aire libre.
Al inculcar a tus hijos un profundo aprecio por nuestro planeta, les estás mostrando exactamente qué es lo que estamos tratando de proteger. Quizás éso signifique una visita a una zona natural especialmente atractiva, podría ser regalarle a tu hijo una planta que deba cuidar…
Recuerda: el reciclaje es un gran problema. Desafortunadamente, muchos de nosotros hemos perdido de vista esta circunstancia que a todos nos afecta.
Al reciclar, nos comprometemos a reducir los desperdicios que creamos y a mejorar nuestro planeta. Para los niños, esto puede ser inspirador: la idea de cambiar el mundo a través de pequeños actos conscientes puede marcar la diferencia.
«La Tierra no nos pertenece, nosotros le pertenecemos a ella».