Hablemos del reciclaje ecológico. Artículos de segunda mano, reutilización de cosas olvidadas, redescubrimiento de ropa usada en clave vintage; llámalo como quieras, dilo a tu manera. Está surgiendo una economía alternativa basada en la conciencia de nuestro papel en la protección del medio ambiente con pequeñas acciones.
Una economía que se está desarrollando calladamente, paso a paso, en tiendas de segunda mano, a partir de lo que puedes encontrar en subastas, en mercados de pulgas, en mercadillos, en ventas de garaje, en tiendas online de cosas usadas…
Rompe moldes, sigue la corriente: reduce, recicla, reutiliza. Y si necesitas inspiración en clave de reciclaje ecológico, sigue leyendo:
Tiñe y reutiliza
¿Tiene alguna camiseta favorita, un par de pantalones cortos, unas cortinas o un juego de ropa de cama de color claro ligeramente manchados? Si están bien, ¿por qué no teñirlos y volver a usarlos?
Calcetines deportivos: Tráelos de vuelta
¿Qué haces con tus viejos calcetines deportivos blancos? Son ideales para tareas domésticas de cualquier tipo. Si se cortas por los tobillos, puedes emplear la parte del pie como guante para quitar el polvo o para pulir muebles. También son ideales para retocar arañazos en muebles manchados.
Cuando hayas terminado, doble el calcetín en tu mano y colócalo en una lata de cera para muebles. Úsalo hasta que esté demasiado sucio y luego… tíralo. Aún más. La parte superior del calcetín puede convertirse en un trapo de cocina bastante absorbente ¿Qué dices?
Bolsas de basura a tu servicio
También puedes usar calcetines viejos para proteger la cristalería y otros objetos frágiles a la hora de guardarlos . Y si tienes un par de zapatos especiales, esos que tanto te gustan, mételos individualmente en calcetines viejos antes de colocarlos por ejemplo en tu maleta de viaje. ¡Protege los zapatos de arañazos y la ropa de las suelas sucias!
Si no tienes bolsas de compra reutilizables para cargar comestibles en tu tienda de proximidad o en el supermercado, ya sabes que puedes emplear las bolsas de plástico. No sólo son buenas para colocarlos en pequeños cubos de basura o para recoger los excrementos de tu perro, sino que también pueden usarse para guardar artículos que podrían romperse o manchar en una maleta.
Y para los alimentos que empiezan a oler mal muy rápido, como huesos de pollo, cáscaras de melón, tallos de brócoli, etc.; te cuento, puedes envolverlos en bolsas de plástico antes de tirarlos a la basura. Te ayudará a que tu cocina no huela mal.
Pequeñas acciones domésticas que sacarán tu lado más ecológico y humanista.
(*) Humanismo: Filosofía que afirma que los seres humanos tienen el derecho y la responsabilidad de dar sentido y forma a sus propias vidas.
«Cuanto menos necesites, más tendrás».